Vivimos tiempos que marcan la historia. Habrá una generación post Covid y será distinta, presenciará las reconfiguraciones de los poderes internacionales y nacionales. La disrupción de la COVID19 o ECOVID19 (enfermedad de coronavirus) y la crisis económica que camina a su lado, son ineludibles y ponen dos ideas de frente: ningún país fue del todo eficiente. Al no haber antecedente no había preparación para la contingencia. La imagen de los estados-nación y los ejes de poder están cambiando de manera irreversible, ¿cuál es el orden que se aproxima?, ¿cómo se proyectan los diferentes sectores? Pero antes, ¿de dónde partimos?, ¿cómo se acomodarán las relaciones políticas y económicas en el mundo y México?, ¿estamos siendo testigos de una nueva gobernanza?, ¿quiénes serán los protagonistas?

El gobierno y el aparato estatal están en la mira; castigados o recompensados en función de sus resultados numéricos y perceptuales. Las empresas están entre cejas, vistas como tiránicas ante un modelo neoliberal que se resquebraja. La sociedad está atenta a un presente y futuro inciertos. La vuelta a la nueva normalidad pasará por tensiones y debates sobre el bien común, el priorizar vida versus economía, reformular quizá el consensus iuris.

¿Por una democracia de expertos? La presencia de expertos parece indispensable y nos mueve el imaginario: política y gobierno debe ser, otra vez, asuntos para profesionales; la ciencia cobra desde luego nueva relevancia. El conocimiento, la técnica y lo objetivable recuperarán terreno; pero hay que estar atentos al surgimiento de los falsos conocedores y de los intelectuales simplones. Hay una epidemia de opiniones virales, pero vacuas. ¿Estos panoramas incidirán en las próximas elecciones en México y EUA?, ¿los tecnócratas recuperarán espacios?, ¿se retomará la ruta de la consolidación democrática o seguiremos en una democracia fallida?

Nuevas medidas del desarrollo. El PIB como medida mundial ya no es una referencia de progreso y desarrollo. El coronavirus puso a prueba las políticas de salud, no por su letalidad, sino por la estructura excluyente, insuficiente y deficiente de los aparatos público-privados.

Innovación, digitalización y cotidianidad. La reciente reunión extraordinaria del G-20 fue llevada a cabo en una plataforma digital y funcionó bien; muestra de la transformación de los espacios del poder. ¿Cómo se dará la telepresencia y la teleacción en los asuntos de la esfera pública?, ¿el Estado fuerte que se vislumbra incorporará lo digital en su hechura de políticas? Es a estas reflexiones que convida la 5a Jornada hacer México: Gobernanza post Covid19.