La imagen corresponde a la “Mujer Escarificada”, una hermosa venus huasteca originaria del yacimiento arqueológico Tamtoc, de la cultura huasteca, que se encuentra en el municipio de Tamuín en el estado de San Luis Potosí.
La escultura se encontró en el 2005 durante los trabajos de rescate del “Monumento 32”; estuvo sumergida dentro de un manantial por más de 1,800 años. Esta obra es un descubrimiento sin precedentes, pues no se tenía registro de una escultura tan bien trabajada y detallada en Mesoamérica de esa antigüedad, así como también la plasmación de una mujer, la cual representa un replanteamiento del papel que jugó el género femenino en la vida social, política y religiosa de las culturas prehispánicas.
La escultura está elaborada en piedra arenisca procedente de la sierra de Tambaca. Cuenta con escarificaciones a modo de tatuajes en alto relieve en los hombros y muslos, que hacen alusión a los 52 años del calendario mesoamericano y, a los ciclos lunar y solar de 104 años. Se presume que la escultura no es una diosa, sino una sacerdotisa e indica la importancia de la mujer como portadora de vida y fertilidad. Su creación data del siglo III D.C.
Actualmente, ésta y otras obras de arte prehispánico puedes disfrutarlas en la Sala A1 del Museo Nacional de Antropología, hasta el 5 de mayo de 2019. Esta exposición es una de las de mayor envergadura que el Instituto Nacional de Antropología e Historia ha realizado, pues se reconoce la relevancia de la cultura huasteca potosina dentro del milenario desarrollo mesoamericano en la costa del Golfo.